Camisetas, chapas, calcetines, libros, peluches y toda la clase de merchandising
que se os pueda ocurrir de Emily Strange,
yo ya soy fan. Gracias a V por el descubrimiento, sirva este post de compensación
por el anterior y reconocimiento del freno que supone al pijoterismo galopante
al que suelo abandonarme. Por cierto que las imágenes son de los motivos
de algunas
de las camisetas, con un precio de 20 dólares, estan bien, ¿no?