Los bolsos de Kim White están
hechos a mano, y encima la muchacha recicla. Usa stock de tejidos cuyo destino
inicial como tapizado de vehículos se vio truncado por razones insospechadas,
para ser recuperado ahora como iconos de la moda vintage, que harán feliz
a cualquier futura y nostálgica poseedora de tan únicos objetos.
Bastante simpáticos, me quedo con los del 78 y alguno 77. Envían
también a la vieja Europa, lo cual se agradece.
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A algunos les parecerá aborrecible destrozar un clásico de esta manera, pero a mi me parece una pequeña obra maestra, tanto por la originalidad de la idea como por la realización en si misma: